¿Cómo mantener la motivación en cualquier proceso de pérdida de peso?

En un tratamiento de pérdida de peso, la motivación es una de las claves del éxito junto con la paciencia y la constancia. 

Cuando una persona viene a consulta con la intención de perder peso, generalmente llega con mucha motivación y mucha ilusión, lo cual es perfecto porque tener ganas de conseguir un objetivo es vital a la hora de comenzar cualquier tratamiento. El problema es que, en muchos casos, según van pasando las semanas esta motivación puede ir disminuyendo y más cuando durante el tratamiento ha habido algún altibajo (que siempre los hay), y una o varias consultas de revisión no ha ido tan bien como se esperaba.

Para intentar mantener la motivación y las ganas durante todo el proceso, es muy importante que el paciente sepa y lleve a cabo los siguientes consejos:

 1. La pérdida de peso es un proceso que lleva su tiempo. Que una semana no haya ido tan bien como se esperaba, no quiere decir que el tratamiento no esté funcionando, a ese número de la báscula le pueden afectar muchos factores que hay que tener en cuenta, y el tratamiento debe ir adaptándose al paciente y su contexto, no desesperes, mas vale pasos pequeños pero firmes.

 2 . Aprender a disfrutar del camino, en estos casos ayuda mucho que se venga a consulta con una mente abierta, y que al paciente le apetezca probar cosas nuevas y experimentar pequeños cambios, aprendiendo a priorizar pequeñas acciones que sumen salud, porque al igual que en la vida diaria, cuando nos ofrecen algo nuevo tendemos a verlo desde la ilusión y la motivación, cuando nos ofrecen lo mismo una y otra vez, tendemos a cansarnos. 

 3. Olvídate del número del peso, porque realmente no es un buen indicador de salud, lo verdaderamente importante y buenos indicadores son:

• Tener unos buenos valores en tu analítica
• Encontrase bien física y mentalmente
• Dormir mejor y tener un descanso de calidad
• Mas niveles de energía y de actividad física
• Mejores digestiones
• Reducir hinchazón, volumen corporal y porcentaje de grasa si está en exceso
• No sentir culpa, frustración o ansiedad por la comida
• Mejor organización, planificación y calidad de la comida

 4. Enfócate en todo lo positivo que te está aportando el cambio de hábitos y deja de verlo como una “dieta” restrictiva y opresiva. Suma pequeñas acciones que te hagan sentir bien y avanzar en tus objetivos. No pienses en restar, ni en quitar, cambia la perspectiva y suma. 

Aunque suene tópico, la clave del éxito reside en enfrentarse al tratamiento como un cambio de vida. Debemos aprender a disfrutar de la vida y de la comida sana. Al principio puede parecer difícil, pero si tienes un poco de paciencia y te das un poco de tiempo, verás que eres totalmente capaz de disfrutar de este nuevo tipo de vida. Tu nutricionista puede ayudarte a mantenerte motivado, a resolver dudas y problemas, a mejorar pequeñas cosas, a proponernos nuevos retos, etc. Interactúa durante todo el proceso y verás cómo vas adquiriendo nuevas ilusiones.